LOS VIRUS PERMANECEN
EN EL ORGANISMO
Las personas con antecedentes de episodios de herpes labial
corren el riesgo de que éstos vuelvan a aparecer (recidiva) con la siguiente
quemadura solar u otra situación de estrés. Ello es debido a la existencia de
una infección crónica por el virus herpes simple. Mientras el sistema
inmunitario sea capaz de mantener una posición de superioridad, los virus
únicamente pueden sobrevivir en el interior de una célula, permaneciendo
inactivos. Sin embargo, si el sistema inmunitario de altera por la exposición a
rayos UV, estrés u otros factores , el virus puede reproducirse, salir de la
célula y llegar a causar una nueva infección activa.
Casi todo el mundo
sufre herpes para siempre
Según estudios epidemiológicos, aproximadamente el 90% de la
población de Europa y América está infectada por lo menos por uno de los tipos
básicos del virus herpes. Estos virus no se destruyen por completo después de
la primera infección, sino que persisten en las células.
Dentro del grupo de
virus herpes ocupa un lugar especial el virus de la varicela-zoster (VVZ). En
la gravedad de la enfermedad desencadenada por este virus desempeña un papel
fundamental el estado inmunitario a la sazón de la persona afectada. En
personas que no han estado nunca expuestas antes al VVZ y que por lo tanto no
han podido desarrollar los anticuerpos específicos, la primera infección la
causa la varicela. Normalmente, la
enfermedad es benigna, no deja cicatrices y afecta predominantemente a la
población infantil. Tras la remisión de la primera infección, permanecen para
toda la vida anticuerpos y numerosos virus varicela-zoster en el organismo,
casi “dormidos”. El virus varicela-zoster se suele albergar en la raíz de los
nervios. Si las defensas del organismo están disminuidas, por ejemplo , como
consecuencia de una enfermedad grave, tratamientos con fármacos
inmunodepresores, radiaciones UV o tensiones psíquicas (depresión, estrés,
etc…) puede producirse la reactivación de la enfermedad vírica. Los virus
varicela-zoster comienzan a multiplicarse masivamente y se extienden a lo largo
de los nervios hasta la piel. Aparece el cuadro clínico del herpes zoster con
dolor, signos cutáneos y postración grave. El sistema inmunitario vuelve a
producir los anticuerpos dirigidos específicamente contra estos virus,
anticuerpos que se fijan a la superficie de los virus herpes zoster. Se forman
así compuestos antígeno-anticuerpo, inmunocomplejos, capaces de fijarse a los
receptores de las neuronas, donde desencadenan reacciones inmunitarias que a su
vez causan inflamaciones y lesiones tisulares adicionales. No hay duda de que
sobre la intensidad del cuadro clínico influyen también las reacciones
autoinmunes.
La afección por
herpes zoster aumenta con la edad. La eficiencia del sistema inmunitario
disminuye progresivamente con la edad, al tiempo que aumentan la gravedad de la
enfermedad y la frecuencia de sus complicaciones. Los procesos de herpes zoster
son particularmente frecuentes en receptores de trasplantes tratados con
inmunodepresores, pacientes cancerosos y enfermos de SIDA.
Evolución en tres
fases.
La primera fase de la enfermedad, cuya duración oscila entre
2 y 4 días, aunque ocasionalmente puede prolongarse durante varias semanas, se
caracteriza por malestar general, menor resistencia, sensación de debilidad y
febrícula. Algunos pacientes refieren molestias y dolor en la región
gastrointestinal y trastornos genitourinarios (por ejemplo: dolor a la micción,
retención urinaria, hematuria, etc…). En esta fase es frecuente el
establecimiento de un diagnóstico erróneo (por ejemplo: infarto de miocardio,
úlcera gástrica, cólico ureteral, cistitis, neumonía o peritonitis).
La sintomatología
principal se inicia con eritemas y prurito. Más tarde aparecen las típicas
vesículas sobre un fondo eritematoso, ya sean aisladas o en grupos. Estas
vesículas pueden secarse o bien reventar y sangrar. Las vesículas ulceradas
curan dejando una cicatriz. Con frecuencia, los ganglios linfáticos de la región
de los segmentos cutáneos afectados y en otras regiones corporales están
hipertróficos y pueden palparse. Esta fase de la enfermedad dura de 2 a 4
semanas.
La tercera fase
constituye realmente una complicación evitable. En la región del segmento nervioso
afectado puede aparecer semanas después un dolor ardiente muy intenso: es la
llamada neuralgia postzoster.
¿Dónde aparece el
zoster?
El herpes zoster se limita normalmente a determinados
segmentos cutáneos (dermatomas). El herpes zoster parte de los nervios
intercostales (zoster intercostal) y afecta al tórax, espalda y/o extremidades.
Esta es la manifestación más frecuente de la enfermedad y corresponde a un 50%
de los casos aproximadamente. El herpes zoster oftálmico (zoster oftálmico),
que aparece en la región de los nervios faciales (por ejemplo: primera rama del
trigémino) es el más temido. Puede causar conjuntivitis e inflamación de los
nervios oculares. En casos aislados puede llegar a provocar ceguera. El herpes
zoster ótico se extiende a los nervios auditivos y faciales, y puede afectar
también al oído interno. Como consecuencia de ello aparecen otalgias y
cefaleas, eventualmente parálisis de los nervios faciales (parálisis facial) y
trastornos auditivos y del equilibrio.
El más peligrosos es
el herpes zoster generalizado que afecta a todo el organismo (zoster
generalizado) . Este cuadro clínico suele presentarse sólo en pacientes
inmunodeprimidos (quimioterapia, SIDA, etc…)
Tratamiento del
herpes zoster.
Las vesículas se trataban con pomadas corticoides y se
administraban dosis altas de vitamina B12. El éxito del tratamiento era escaso.
Normalmente, el herpes zoster se cura en un plazo de dos a tres semanas. Las
personas de edad avanzada son las más afectadas a largo plazo por la neuralgia
postzoster, extremadamente dolorosa y que puede persistir durante años o
incluso toda la vida.
En el Centro de Medicina Alternativa –Biológica de Almería,
tratamos el herpes simple, el herpes zoster y la neuralgia postzoster con la
Medicina Natural y la Medicina Tradicional China.
(Parte del texto extraído del libro: Enzimas- Sustancias del futuro: Refuerzo del sistema inmunitario con enzimoterapia)